Tu carta de Presentación
Si bien una de las más importantes presentaciones como su nombre lo indica es nuestra tarjeta personal o de presentación.
La mayoría de las veces hacemos tarjetas corporativas o personales con diseños que nos gustan, pero realmente debemos contemplar las siguientes recomendaciones:
1. Las tarjetas corporativas o personales deben cumplir un objetivo; y este es informar.
Las tarjetas de presentación no son folletos, es decir, deben contar con información relevante.
Contenido: tu nombre y puesto, dirección completa, teléfono y mail; en caso de ser una tarjeta corporativa el logotipo de la empresa.
2. Las tarjetas deben ser elegantes.
Ya que es tu carta de presentación, procura que las tarjetas sean elegantes y que se distingan del resto. Te aconsejo que sean en papel blanco y que ya sea en su textura o diseño encuentres como distinguirte para que tus clientes la conserven y la recuerden.
3. El tamaño ideal es el estandard.
De nada sirve que tu tarjeta sea más grande ya que será muy difícil que tus clientes las guarden, si es muy pequeña no tendrá suficiente presencia ante cliente. No siempre el estandard es aburrido si no que es práctico.
4. Las letras deben ser legibles y también elegantes.
Debes evitar las letras cursivas, no son legibles y sin una buena impresión, las letras pueden salir cortadas y estas arriesgando tu buena presentación.
Las letras deben ser totalmente legibles, en color negro, puedes utilizar pequeños detalles como hacerlas negritas para resaltar algo y hacer que visualmente llame más la atención.
5. No olvides que tu tarjeta te representa.
Por lo tanto evita rayar tu tarjeta de presentación; si un dato no está actualizado debes informarlo a la hora que entregues tu tarjeta y dar otra en blanco con la correción hecha.
Tu tarjeta la debes dar con tu mano derecha y con las letras hacia tu cliente.
Cuando tu recibas una tarjeta es importante que te tomes el tiempo para leerla, para después guardarla.
Debes utilizar el porta tarjetero, evitando que se arruguen o se manchen en tu cartera.
Y por último recordar que las tarjetas de presentación no son volantes, es decir, debes saber a quien se la entregas y con que propósito.